domingo, 22 de junio de 2014

PALOSANTO


BUNBURY

Palosanto Tour 2014 


Barcelona, 19 de junio
Superó con creces todas mis expectativas. Esa noche vi sobre el escenario a un profesional, alguien que controla la escena, que sabe lo que hace y mide al detalle cada gesto, cada palabra, con un dominio vocal brutal y que, a demás, consiguió emocionarme. 

El concierto
La puesta en escena bien cuidada y Enrique apareciendo como evacuado de un platillo volante, todo de negro, con una chupa de cuero increíble y sus pantalones bien ceñidos. Lo encontré más guapo que nunca, imponente.



Abrió el concierto con Despierta (Palosanto). De este último disco tuve la sensación de que cantó todas las canciones, tal vez se dejó alguna, no lo sé... Pero las que recuerdo perfectamente son: Los inmortales, SalvavidasDestrucción masiva (ésta me gusta especialmente) y Más alto que nosotros sólo el cielo.

"Hoy te sientes distinto
porqué eres distinto,
lo que fue siempre lo mismo
hoy cambió."


En el escenario, tras él y su banda, Los Santos Inocentes, una gran pantalla con proyecciones imponentes, algunas perturbadoras.










Al menos tocaron un tema de cada álbum, de Radical sonora (1997): Contracorriente. Ni Alicia ni Salomé tuvieron cabida esa noche en la lista de temas.

De Pequeño, creo que fueron dos canciones las elegidas y bien coreadas por todo el público: El viento a favor y El extranjero.

"Ni patria, ni bandera
Ni raza, ni condición
Ni límites, ni fronteras
Extranjero soy."



Muy acertado para mí, fue incluir del disco Flamingos (2002) la contundente Sácame de aquí, la preciosa Lady Blue y la pegadiza El club de los imposibles. Me dieron muchas ganas de rescatar ese disco y escucharlo de nuevo.

Del álbum Viaje a ninguna parte (2004) pudimos disfrutar de Que tengas suertecita y El rescate.

De Helville de luxe (2008) me encantó el momento de El hombre delgado que no flaqueará jamás. Creo que también cantó Porqué las cosas cambian, aunque una vez acabado el concierto me cuesta recordar todas las canciones, así que seguro que he olvidado mencionar algunas.

A Las consecuencias (2010) le debo mi segundo momento más emotivo de la noche, con la preciosa versión que hace de una canción de Jeanette, Frente a frente. Me trasladó al videoclip en el que comparte protagonismo con Tulsa.

"Queda, que poco queda,
de nuestro amor apenas queda nada,
apenas mil palabras, quedan.
Queda, sólo el silencio
que hace estallar la noche fría y larga,
la noche que no acaba,
sólo eso queda.
Sólo quedan las ganas de llorar
al ver que nuestro amor se aleja,
frente a frente bajamos la mirada
pues ya no queda nada de que hablar, nada.
Queda, poca ternura
y alguna vez haciendo una locura
un beso y a la fuerza, queda.
Queda, un gesto amable
para no hacer la vida insoportable
y así ahogar las penas
sólo eso queda."

Y mi momento mágico fue cuando interpretó un clásico de Héroes del silencio, Deshacer el mundo. Sabía que no iba a tirar mucho más de la discografía de tiempos de Héroes, lógico con el contundente repertorio del que dispone, pero hubiese dado lo que fuera por otro temita más. Puestos a pedir, me hubiese hecho muy feliz incluyendo Mar adentro (de sus inicios) o cualquiera de mis dos temas favoritos, ambos pertenecientes a El espíritu del vino: La herida o El camino del exceso.

"Si estás dispuesto a afrontar la escena no es de William Blake.
¿Estás dispuesto a devorar estrellas que sacien tu sed?
Escucha:
Apenas afino melodías de perdedor
los cielos han gastado mi último suspiro.
Quedaron atrás todos los enemigos
y aún me queda la duda de un futuro mejor."




La sorpresa fue la presencia de El Loko (Loquillo de toda la vida) que subió al escenario y cantaron juntos Apuesta por el Rock'n'Roll, una canción del grupo zaragozano Más birras, compuesta por Mauricio Aznar

Después de despedirse aún salieron en dos ocasiones, en las que nos regalaron temas imprescindibles, fue muy especial, no me quería ir de allí.


En definitiva, un concierto del que salí flotando, deseando volver a verle (¡por favor que la gira con Calamaro llegue a Barcelona!) y por ponerle alguna pega, me hubiese gustado un público más entregado. Vale, cantaban todas las canciones, pero hubiese estado bien ponerle más pasión.

Los últimos conciertos a los que he asistido son de los cantantes de mis bandas favoritas y con los tres me pasó algo similar tras producirse la ruptura del grupo: una fase de desencanto y decepción y posteriormente una renovada admiración. 

En el caso de Los Piratas, me costó habituarme al giro que quiso dar Iván Ferreiro con su carrera en solitario, hoy no puedo más que venerar cuanto hace porqué me entusiasma. Con Calamaro fue más fácil, porqué su Alta suciedad, aunque en conjunto muy distinto al sonido "Rodríguez", me enganchó rápidamente. Pero con Héroes del silencio, mi pasión hacia la banda era tal, que no me lo podía creer, echaba de menos la fuerza de sus temazos y los primeros pasos de Bunbury se alejaban mucho de ellos.



Ahora a seguir disfrutando de sus discos y ¡hasta pronto!

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